El Rock con palabras mayores:
El presente siempre será recordado en el futuro, y en el futuro nos aguardará otro presente y un pasado al que siempre volveremos. O quizás no. Tal vez sea cierto que la vida es una rueda que no para de girar y en algún momento todo vuelve. O quizás… no. Quizás sea más cierto que la música nos libera de las ataduras del tiempo y nos envuelve en un presente constante desde que somos un ovario o un correúteros al ritmo del rock & roll. A una conclusión como esta se puede llegar de dos maneras: comiendo un pimiento rojo disecado y aderezado con mostaza caducada -cosa altamente psicodélica y lisérgica por donde lo mires- o escuchando una banda en directo que suene tan bien que te haga olvidar que hoy es domingo. Recomendamos la segunda opción, que incluso es mucho más beneficiosa para combatir cardiopatías y futuras fisuras femorales.
Así se siente uno al escuchar clásicos como 'Brown Sugar', de losRolling Stones, o 'Sargent Peppers'… de los Beatles, en manos y almas de los Beat Tres. Estamos debajo del escenario de la plaza La Paz, donde hay un lugar mágico en el que ensaya esta gente. Hay fotos pegadas en todas las paredes posibles, fotos de los Rolling, mucho Beatle, y mucho de la propia cosecha de Beat Tres. Se sientan cada uno con su instrumento, intercambian breves palabras para saber qué canción van a tocar, y, a la seña de tres, tocan. Nos ofrecen un repertorio de lo más heterogéneo: además de los nombrados anglosajones, Tequila, Radio futura, Los Salvajes, un tema propio, y nos aseguran que también hacen versiones de The Clash, Supertramp, The Ramones, Rosendo y un largo etcétera, jactándose de que son capaces de estar tocando cinco horas y no repetir ni una sola canción. Más tarde nos revelarán que esto que hacen ellos es un hobby, casi un juego para pasarlo bien.
"A mi me hubiese gustado que nos promocionaran cuando teníamos dieciséis años. Cuando tienes esa energía de saltar a un escenario. Aunque ahora que lo pienso, yo estuve en uno cuando tenía doce."
Esas son palabras de Juan Asensio, el vocalista y guitarra del grupo (nota aparte: todos tocan un poco de todo, ojo). A los teclados está Miguel González, y en el bajo Antonio "Patallo" Alonso. Falta el quinto Beatle,Domingo Perdomo, que oficia de guitarra. A Julio Asensio, el batería y hermano de Juan, lo han señalado como el historiador de la banda. Asi que es él quien nos empieza contar un poco de historia.
Julio: Esto viene de dos grupos de los años ochenta, Psicosis y Jaque Mate.Siempre íbamos juntos a todas partes, haciendo actuaciones por todos los municipios de la isla. Con el tiempo se fueron desintegrando y los que quedamos lo reconvertimos en uno solo.
Juan: Íbamos a llamarnos Artrosis, por lo de la edad ¿no? (risas) Pero lo cambiamos.
Julio: Y ahora juntos, como Beat tres, llevamos cinco años, ya casi seis.
Juan: Empezamos el 01-01-01.
Julio: Es cierto. Y bueno, todo estos años hemos estado tocando en fiestas de pueblo, a lo mejor haciendo alguna colaboración, en fiestas particulares, por ahí en algún pub… donde le apetezca a la gente ahí vamos.
Antonio: Básicamente porque todos trabajamos en cosas dispares y esto es un hobby del que estamos super enganchados.
Miguel: Hay gente que recuerda canciones y nos piden que las hagamos. Clásicos del rock que te dicen "Uy, ¿te acuerdas aquella? Hace mucho que no la escuchamos" y nosotros la tocamos.
Antonio: Música para pasarlo bien. Nosotros no tenemos ningún compromiso ni ninguna obligación musical con sellos musicales que estén dependiendo de lo que hacemos. La música es como una diversión. Venir a ensayar ya es… suficiente.
Juan: Ya salir afuera y tocar y demás, es un extra que requetegozas. Pero aquí dentro… aquí dentro se lo pasa cañón.
Julio: Lo de tocar un poco lo hacemos porque todo esto cuesta un dinero. Lo que ganamos lo invertimos en la banda. Procuramos siempre ir mejorando el equipo, instrumentos y tal. A veces ponemos de nuestros bolsillos. Nadie se lleva ni un duro de todo eso. Normalmente escapamos con lo que sacamos actuando por ahí.
Las influencias de Beat Tres ya han quedado claras desde un principio. Pero el estilo que han creado los hace únicos. Las versiones son versiones trabajadas a conciencia y respiran todo el tiempo ese saborcito a clásico del que les hablamos antes. Esa atemporalidad gratificante con el que dices "vale, lo que suena es 'Mr. Jones', de Sergio Makaroff (popularizada por Tequila) y suena distinto, but I like it."
Julio: Ese tipo de estilo de música hacemos y además temas propios, bastantes. Lo que pasa es que salen de vez en cuando porque lo que hacemos es adaptarnos el repertorio según el lugar donde actuamos y la gente que haya; lo que nosotros pensamos que sea adecuado para esa gente.
Juan: Hay gente que dice que hacemos 'pop-rock'. Pero yo te aseguro que hacemos 'po-rros' (risas generales)
Les prometemos colgar en la página de internet un tema de ellos y promocionarlo hasta el hartazgo (en una clara competencia feroz contra tantotriunfito dando vuelta) y Juan "Lennon" –como dice que le dicen- se pone serio.
Juan: Eso es lo que yo no quiero… Hasta que no lo tengamos registrado, nada. Es que ya nos han robado canciones ¿sabes? Lo digo por experiencia propia.
Julio: Nosotros llevamos haciendo canciones veinticinco años y en veinticinco años hemos oído canciones con la música un poco distinta, pero la canción… es nuestra.
Juan: La letra de cabo a rabo, o sea. No hay posibilidad de decir: "¡Oh, qué casualidad! Ha dicho la misma frase" La misma frase, no. La misma letra, de adelante a atrás.
¿Y qué se hace ahí?
Juan: Nada.
Antonio: Yo creo que eso se puede demostrar.
Julio: podríamos demostrarlo con vídeos, con grabaciones nuestras. Se puede demostrar la fecha de esa grabación, aunque sea mostrar la cara de la gente ¿no?
Eso a nivel legal ¿y a nivel personal? ¿Cómo se les queda el cuerpo?
Julio: Jode. A nosotros no nos importa que la gente toque nuestros temas, pero que se aprovechen y encima digan que es suya…
Antonio: de todas formas también parte de la culpa es de la dejadez de los compositores (otras risas) Tendríamos que haberlas registrado hace tiempo.
Bueno, entonces toquen lo que les parezca.
Juan: No. Esa no la tenemos.
Finalizamos con una sesión de fotos que los muestra de buen humor y súper atentos. Damos fe de que nos han ofrecido cervecitas o refrescos y hemos rechazado de puro estrictos que somos con nuestro trabajo. Estamos de servicio, caballeros. La última perla que nos llevamos a casa es la anécdota que todorocanrolestár debe tener en su biblioteca: con diecisiete años se vieron envueltos en un tiroteo por manos de los militares que hacían maniobras de prueba en la isla de Lobos. Como consecuencia, una guitarra destrozada con balas de fogueo y una canción: La batalla de Lobos, donde la protagonista era, precisamente, la guitarra caída en acción.