enBABIA. Revista digital. Fuerteventura.: Entrevista a La carpintería

Entrevista a La carpintería

La casa del rock portuario
Christian e Iván, sentados sobre madera made in Carpintería.
Si entras en una carpintería y pides que te sirvan una copa, lo más probable es que te miren raro. Y si entras en La Carpintería y pides que te encolen la mesilla de noche de tu abuela, lo más probable es que te miren igual de raro.

Estamos en los minutos previos de un concierto en el que van a tocar los Pachumba Sound System, Canary Island Soldiers, y Cuernocabra. Son las once de la noche del sábado 11 de Agosto. Salimos al callejón empedrado y Christian Schiller e Iván Morales Rodriguez (los dos “carpinteros”) se sitúan en los asientos de madera que hay en las paredes exteriores de La Carpintería. “No sé cómo ponerme. Joder, me han hecho entrevistas más importantes” es lo primero que dispara Christian y enseguida suelta una carcajada. Iván nos desvela que, efectivamente, La Carpintería era, años atrás, una carpintería en toda regla. La gente iba a ese local a buscar madera para la construcción. Cuando se cerró, estuvo abandonado por un tiempo y luego reabrió sus puertas, pero ya nunca volvió a ser lo mismo. “Comenzó siendo un garito de música chill out, se podría decir. Otro tipo de gente de la que hay hoy.” ¿Quién iba a decir que una canción de Evanescense iba a cambiar el rumbo de La Carpin? Pues parece que así fue: “Iván y yo-que éramos unos de los clientes borrachuzos- estábamos una noche por aquí y pensamos qué bueno sería escuchar este tipo de música. Así que le propuse a Marta, la chica que lo llevaba, si quería que pinchara por un tiempo. Ese tiempo se alargó en meses y de pinchar pasamos a encargarnos del local.” Tres o cuatro años de andanzas lleva el bar –entre aperturas y reaperturas- y están planeando celebrar algo para el 2 de febrero próximo. Entonces, de encolar nada. Aunque se podría decir que hay buena madera y que salen ilesos de cualquier astillazo gracias a los clientes “La gente tiene un poco el cliché de lo que puede llegar a ser un bar alternativo como este, un bar de rock. No somos todos peludos, heavy metal, ni roqueros duros. Hay gente de lo más heterogénea, y eso hace que exista este buen rollo cada noche. En tres años hubo tres peleas, por lo que se puede decir que la asociación ‘violencia igual rock’ es mentira. ¡Nos damos el lujo de no tener porteros!”
Los recitales, como el de esta noche, se organizan muchas veces sobre la marcha: una llamada y se concreta fecha y hora. “La gente de las bandas valen su peso en oro. A ellos les debemos la vida. Se portan genial y son clientes fijos ¡que pagan! Ja ja. Pero en serio, son gente que como amigos valen la pena. Además queremos hacer un llamamiento a que formen grupos y vengan a tocar, que aunque el espacio es pequeño siempre hacemos un lugar. Solo pagamos los quintillos, vale, pero es lo que podemos ofrecer.”que no es poco, my friends.

Anecdotarius: Se despiden pinchando “Never let me down again”, de Depeche Mode. Tienen una proyección fija en pantalla gigante. ¡Tienen un futbolín! Aquí se estrenó el dvd de “Lebrancho 2006”. Ha habido, y pretenden que hayan más, exposición de cuadros en el bar. Han sido parte del festejo del 3ª aniversario de la revista Ocio y Cultura. Son el punto de encuentro después de cada concierto en Puerto.