La pena de ir llevando buen ritmo es que solo nos quedan dos días para disfrutar de esta feria y de este lugar tan "bonico".
Reconducidos ya por la organización de la feria, ahora tenemos mas claro como caminar por la calle y donde nos debemos dirigir!
Vamos a todas las obras y después vuelta a casa de Libertad, donde sus padres, Jesús y Matilde, nos atienden mejor que en ningún hotel of the world. Allí nos quedamos a trabajar y a escribir y a repartirnos tareas e impresiones.
¡La maquina no para!
¡A seguir mirando!